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  • Si bien esta amerita un an lisis detallado me

    2019-05-06

    Si bien esta amerita un análisis detallado, me detendré en algunas cuestiones que considero clave para entender el modo en cómo resuelve Vigil la integración del pasado colonial. En primer lugar, aparece ya una clara intención de situar Go 6983 éste como los orígenes de lo que será la nación mexicana. Por tal motivo, se hace hincapié en el alto grado de desarrollo intelectual que, a pesar de las circunstancias históricas y de la censura ejercida por el poder eclesiástico y civil de la corona española, había en estas tierras. Así, por ejemplo, al escribir sobre la labor realizada por los miembros de las órdenes religiosas durante el siglo indica lo siguiente: Siguiendo la misma idea de de la literatura nacional, Vigil resaltará los valores , aunque limitados, de las obras literarias de los autores de la época. Cabe mencionar que en su , éste no hace distinción entre los autores nacidos en la metrópoli y aquellos oriundos del territorio americano, el criterio será entonces más formal y temático que biográfico: si bien todos pertenecen a la literatura española, es posible detectar en las producciones locales ciertos rasgos que los distinguirán de las letras producidas en la península. Por ejemplo, sobre los poetas que emigraban a América indica: Además de un juicio crítico favorable a la de Balbuena, el autor más trabajado y apreciado por Vigil será Juan Ruiz de Alarcón, a quien dedica un capítulo íntegro de su historia (el sexto). En cambio, cuando llega a establecer el juicio de la producción literaria del siglo , en los dos últimos capítulos de su libro, no será tan elogioso. Su visión de este siglo nos interesa particularmente ya que ayudará a entender las opiniones que elaborará sobre sor Juana Inés de la Cruz en otros escritos. Así, siguiendo el rechazo al estilo gongorino que imperó, desde fines del siglo y durante todo el , tanto en España como en México, Vigil escribe sobre uno de los rasgos distintivos de éste en el que se destaca Al igual de lo que sucederá con su lectura de la obra de sor Juana, Vigil atribuye estos ‘vicios del lenguaje’, en una visión de la historia literaria, a la situación política y cultural de la época que, al coartar las libertades de los sujetos, impidió que éstos lograran creaciones espontáneas, originales y con estilo justo. El escritor jalisciense no llegó en su a acid los años en que sor Juana vivió y, por lo tanto, esta figura no es tratada en este libro. Sin embargo la monja novohispana será importante en sus consideraciones literarias. Tres son los textos en donde el intelectual jalisciense aborda la figura y la obra de sor Juana, que coinciden además con el periodo en el que se interesa por realizar un acercamiento historiográfico de la literatura nacional: un discurso pronunciado en su honor en el Liceo Hidalgo y publicado posteriormente en forma de folleto titulado ; y dos entradas, una en la “Reseña histórica de la poesía mexicana” (1891) y otra en la antología (1893). En el discurso pronunciado en la velada literaria consagrada a la memoria de la monja el 12 de noviembre de 1874 en el Liceo Hidalgo, al hablar de la época en que ésta vivió, Vigil la describe como “un periodo de incubación de la sociedad actual” en la cual se “arrojaron todas las semillas cilivizatorias que han comenzado a desarrollarse y fructificar en nuestros días” (: 475). Si bien se trató de un periodo oscuro, “como todos los de preparación”, es posible reconocer en él: “el elemento enérgico de una autoridad omnímoda, [que] allegó, en derredor de sí, como un núcleo poderoso, todos esos elementos que estaban destinados a crear más tarde la nación mexicana” (475). Es entonces en su calidad de “precursora” que sor Juana es considerada con relación a la historia de la literatura nacional. El discurso de Vigil inicia con la biografía de la monja, siguiendo el mismo camino emprendido por las notas biográficas escritas hasta entonces. En él se vuelve a destacar su ingenio e inteligencia visibles desde su infancia —basándose tanto en lo mencionado por sor Juana en la como en lo que el Padre Calleja escribiera en su biografía. Sin embargo, hay ciertos rasgos que Vigil destacará de la vida de la monja que difieren de las visiones anteriores y que están encaminados a construir el valor ejemplar de ésta, quien logró sobresalir en una sociedad retrógrada y sin libertad. Su primer desacuerdo sale a relucir en el momento en que discute las explicaciones sobre la entrada de Juana Inés al convento elaboradas anteriormente, las cuales habían atribuido, bajo un influjo de las corrientes románticas, la decisión de la monja a un desencanto amoroso. Escribe Vigil al respecto: