Archives

  • 2018-07
  • 2018-10
  • 2018-11
  • 2019-04
  • 2019-05
  • 2019-06
  • 2019-07
  • 2019-08
  • 2019-09
  • 2019-10
  • 2019-11
  • 2019-12
  • 2020-01
  • 2020-02
  • 2020-03
  • 2020-04
  • 2020-05
  • 2020-06
  • 2020-07
  • 2020-08
  • 2020-09
  • 2020-10
  • 2020-11
  • 2020-12
  • 2021-01
  • 2021-02
  • 2021-03
  • 2021-04
  • 2021-05
  • 2021-06
  • 2021-07
  • 2021-08
  • 2021-09
  • 2021-10
  • 2021-11
  • 2021-12
  • 2022-01
  • 2022-02
  • 2022-03
  • 2022-04
  • 2022-05
  • 2022-06
  • 2022-07
  • 2022-08
  • 2022-09
  • 2022-10
  • 2022-11
  • 2022-12
  • 2023-01
  • 2023-02
  • 2023-03
  • 2023-04
  • 2023-05
  • 2023-06
  • 2023-07
  • 2023-08
  • 2023-09
  • 2023-10
  • 2023-11
  • 2023-12
  • 2024-01
  • 2024-02
  • 2024-03
  • Sulfo-NHS-Biotin A partir de una profunda revisi

    2019-05-18

    A partir de una profunda revisión de sus concepciones teórico-políticas, los protagonistas de Controversia se ubicaron al interior de esta última perspectiva. Los marxistas dejaban de definir Sulfo-NHS-Biotin la democracia como una “máscara de la dominación burguesa” y la izquierda peronista renunciaba a igualarla “[…] con el símbolo de lo enemigo […] sinónimo de antipueblo, de oligarquía, de imperialismo”. Sin embargo, las discusiones sobre el problema de la democracia evidenciaron los profundos contrapuntos que se desarrollaban en el seno de la revista. Bajo el ropaje de la categoría de populismo, la caracterización del fenómeno peronista fue el elemento disruptivo: ¿era el peronismo el embrión del socialismo? ¿O era apenas una coalición con límites nacionalistas? En torno de estos interrogantes pueden identificarse dos grandes posiciones, cuyo enfrentamiento terminará signando el final de Controversia: 1) la concepción socialista de Portantiero y de Ípola, y 2) la óptica peronista de Casullo y Caletti.
    PALABRAS FINALES: VOLVER A LOS VIEJOS TIEMPOS El proyecto de confluencia entre peronistas de izquierda y socialistas en una misma tribuna de debate llegó a su fin luego de los intercambios entre de Ípola y Portantiero y Casullo y Caletti. Un año antes del final, y en lo que sería un presagio del remate de esta historia, Caletti se preguntaba: “¿Podría afirmarse que todos los que estamos hoy por la democracia compartiremos mañana las mismas trincheras?”. De Ípola y Portantiero ya tenían la respuesta: “[…] aquello que los socialistas asumimos como problema no será el populismo quien nos lo suministre como solución”. Publicados en el último número de la revista, dichos artículos resultaron una clara expresión de cómo la aparición del fenómeno peronista había venido a producir un profundo cisma en las tradiciones de las izquierdas argentinas. Ese final, pero también el camino que cada uno de los grupos nucleados en Controversia recorrió luego del retorno democrático en Argentina, mostraban una vez más la aparente imposibilidad de reconciliar peronismo y socialismo. Con la idea de derrota como guía para la reflexión y la autocrítica, Controversia significó un punto de transición entre el pasado y el porvenir. Respecto del pasado, se logró poner en práctica una renovación del lenguaje político. Sin embargo, se hizo sin poder trascender uno de los peligros apuntados por Schmucler: “El riesgo es que algún día no nos reconozcamos”. Como señaló López, La “Argentina de adentro”, sus cambios económicos, políticos y hasta morfológicos no pudieron ser advertidos en su totalidad por el elenco de Controversia. A pesar del desfase con el futuro inmediato, en el sentido de no haber acertado, como sugirió Casullo, ni con la idea de un nuevo peronismo ni un nuevo socialismo, la revista sí logró dialogar con el umbral de una época. Es decir, el examen de significantes como democracia, revolución, vanguardismo o lucha armada fue realizado no sólo con originalidad y pasión en el intento de dar respuesta a Chromatin remodeling sus angustias y sus dramas, sino con cierta anticipación respecto de las formas en que serán pensados en los años por venir.
    MUJERES GUERRILLERAS. SU ESTUDIO DESDE UNA PERSPECTIVA VISUAL En las últimas tres décadas del siglo xx la inestabilidad político-social de la zona centroamericana, particularmente en Guatemala, El Salvador y Nicaragua, llevó a la consolidación de grupos armados revolucionarios, cuyo origen se remonta a las primeras décadas del siglo, que tras la caída de gobiernos democráticos y la imposición de dictaduras militares, apoyadas por Estados Unidos, lograron reactivarse con mayor presencia y organización. En este texto se intenta abordar dos momentos iconográficos de la representación de la mujer guerrillera, su construcción mediática a partir del discurso escrito, en franco diálogo con su representación visual. Estas líneas se extraen de acercamientos académicos de investigación que versan sobre Rodrigo Moya y la guerrilla guatemalteca, y la cobertura fotoperiodística que Pedro Valtierra hizo de la revolución sandinista.